Porque dormir no siempre es suficiente para un buen descanso

Seguramente te ha pasado: duermes 8 horas y aun así te levantas sintiéndote agotada. Te preguntas si es el estrés, si necesitas vitaminas o si simplemente «así es la vida adulta». Pero ¿y si el problema no fuera cuánto duermes, sino cómo descansas?. Es importante que conozcas los tipos de descanso para que dejes de sentirte cansada.

Como especialista en salud hormonal y bienestar femenino, he visto este patrón muchas veces. Las mujeres llegan a consulta con fatiga, irritabilidad, ansiedad… y cuando revisamos su día a día, el descanso real brilla por su ausencia.

Dormir es solo un tipo de descanso. Hoy quiero hablarte de los 7 tipos de descanso que todas necesitamos para recuperar energía, claridad y equilibrio hormonal. Porque sí: el descanso también es salud.

1. Descanso físico: mucho más que dormir

Este es el tipo de descanso más conocido, pero muchas veces el menos efectivo. Pensamos que es el único de los tipos de descanso que importa, pero no es así, no se trata solo de dormir bien, sino de permitirle al cuerpo recuperarse activamente. ¿Cómo?

  • Dormir entre 7-9 horas (con buena higiene del sueño)
  • Hacer pausas activas si pasas mucho tiempo sentada
  • Recibir masajes o practicar estiramientos suaves

Señales de alerta: dolores musculares, fatiga constante, tensión corporal.

2. Descanso mental: silenciar el ruido interno

Vivimos bombardeadas de estímulos, listas mentales y preocupaciones. El descanso mental implica crear espacios de silencio y desconexión real del pensamiento excesivo.

  • Practica mindfulness o meditación
  • Toma pausas sin pantallas ni redes
  • Escribe tus pensamientos en un diario antes de dormir

Señales de alerta: dificultad para concentrarte, pensamientos rumiantes, insomnio.

3. Descanso sensorial: apagar los estímulos externos

Luces, pantallas, ruidos, notificaciones. Todo esto agota tu sistema nervioso.

  • Baja la intensidad de la luz en casa al final del día
  • Haz una «dieta digital» por unas horas
  • Busca ambientes tranquilos sin estímulos visuales ni sonoros

Señales de alerta: irritabilidad, dolor de cabeza, ansiedad repentina.

4. Descanso emocional: permitirte sentir

Cargar con las emociones propias (y muchas veces las ajenas) sin procesarlas, agota. El descanso emocional implica expresarte sin filtros y darte permiso para sentir sin culpa.

  • Habla con alguien de confianza
  • Llora si lo necesitas
  • Ponte límites con personas que absorben tu energía

Señales de alerta: llanto fácil, bloqueo emocional, sobrecarga.

5. Descanso social: elegir bien tus compañías

¿Sabías que descansar también puede ser alejarte de ciertas personas? El descanso social no es aislarte, sino rodearte de vínculos que no te drenan.

  • Busca espacios con personas que te nutran
  • Permítete decir que no sin culpa
  • Regálate tiempo a solas si lo necesitas

Señales de alerta: sentirte agotada tras reuniones, miedo constante a decepcionar.

6. Descanso creativo: reconectar con tu inspiración

La creatividad no es solo para artistas. Todas la usamos para resolver problemas, planificar y visualizar nuestro futuro. Pero se agota si no la nutrimos.

  • Haz actividades que despierten tu curiosidad (leer, dibujar, bailar)
  • Cambia de entorno: la naturaleza es una gran fuente de descanso creativo
  • Crea sin presión de resultados

Señales de alerta: sensación de estancamiento, falta de motivación, rutina que abruma.

7. Descanso espiritual: encontrar sentido y propósito

Más allá de creencias, este descanso se refiere a reconectar con algo más grande que tú. Puede ser la naturaleza, la espiritualidad o simplemente tu porqué.

  • Medita en silencio o con música tranquila
  • Agradece, aunque sea una sola cosa al día
  • Participa en actividades que te den propósito

Señales de alerta: vacío interior, falta de propósito, tristeza constante.

¿Por qué esto es importante para tu salud hormonal?

Cuando no descansamos de forma integral, el cuerpo entra en modo supervivencia. El cortisol (hormona del estrés) se eleva, se alteran tus ritmos circadianos, tu sistema digestivo se resiente y… tus hormonas se desbalancean.

Si estás en perimenopausia, menopausia o simplemente sientes que tu cuerpo está pidiendo ayuda, este es el primer paso: aprende a descansar bien.

Empieza hoy

  • Elige un tipo de descanso que estés ignorando.
  • Planea cómo incluirlo esta semana en tu rutina.
  • Guarda este blog, compártelo con quien lo necesite y… ¡priorízate!