Cambios Hormonales en Mujeres Mayores de 40

La perimenopausia comienza generalmente alrededor de los 40 años y puede durar entre
unos meses y una década. Durante esta etapa, los niveles de estrógenos y progesterona
fluctúan de forma impredecible, lo que puede generar:

  • Sofocos y sudores nocturnos (afectan a entre 35% y 50% de las mujeres)
  • Alteraciones del sueño
  • Cambios de humor e incremento en la ansiedad
  • Sequedad vaginal
  • Disminución de la densidad ósea y aumento del riesgo cardiovascular

Ashwagandha como Adaptógeno en la Regulación Hormonal

Los adaptógenos ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés y restaurar el equilibrio. La
ashwagandha apoya las glándulas suprarrenales, que asumen parte de la producción de
estrógenos tras la menopausia.

Modulación del Cortisol y Estrógenos

La ashwagandha puede reducir el cortisol hasta en un 23%. También se ha observado un
aumento en los niveles de estradiol, junto con una disminución de FSH y LH.

Resultados Clave de Estudios Clínicos

En un estudio de 8 semanas, las mujeres que recibieron 300 mg de ashwagandha dos veces
al día mostraron mejoras en síntomas como sofocos, sueño y estado de ánimo.

Seguridad, Contraindicaciones y Efectos Secundarios

Algunas personas pueden experimentar malestar digestivo, dolor de cabeza o somnolencia.
No se recomienda durante el embarazo o para personas con enfermedades autoinmunes o
hipertiroidismo.

Interacciones con Medicamentos

Puede interferir con medicamentos para la diabetes, presión arterial o tiroides. Consulta
siempre con un profesional de la salud.

Calidad del Suplemento

Busca extractos de raíz con 5% de withanólidos, sin aditivos ni azúcares, preferiblemente
con certificación de terceros como USP o NSF.

Formas de Consumo y Dosis Recomendada

  • Cápsulas: 250-600 mg al día, divididos en dos tomas
  • Polvo: 3-6 g al día mezclado con alimentos o bebidas
  • Tinturas o gominolas: para quienes prefieren formatos alternativos

Conclusión

La ashwagandha puede apoyar el equilibrio hormonal y reducir síntomas comunes en
mujeres mayores de 40. Su uso debe ser constante y bien elegido.